23 abril 2009

Gritos de un suspiro


Maldito sea el ente que enseñó a afinar mis manos, cada 'cuerda manual' toca una nota que es como una bomba en el teclado, es un eclipse en el lápiz. Todos con un gran talento, aunque de diez, cuatro son los que me fascinan. Se que es difícil entender cómo es que lo hacen, no hay explicación alguna y de existir solo ellos tienen las respuestas.
Dime tu amigo, si estrechar un saludo de cinco no es decir buenas, ¿qué tal?; solo saludan. Dime tu mujer si acaso estos diez cuando te tocan lo hacen con gracia, con pasión y ganas de crear música en tu cuerpo. Cada roce es un 'MI' y cada apretón es un 'RE' ... como lo hago ... no existe otro igual. Sabes, debo reconocer que cuando los uno a mi cien traslado pensamientos y los convierto en arte, expresiones dactilares. Me comporto como escribo, soy fácil de predecir si me lees a menudo y si es que me logras entender. Quizá sea un hijo de puta, y no tengo problema en decirlo ya que muchos quieren ser mis hermanos; aunque en este rubro me considero hijo único, una pena si te ilusionaste.
No logro hacer valer mis cantos, porque si sordos me aplaudieron, es porque en sus manos hicieron música, miles de notas redondas multiplicadas por cada chocar de manos. Que hermoso sonido; lástima que no se escuchen... serían grandes artistas.
Hoy no puedo dejar de gritar, cada palabra me roba el aliento y me devuelve desesperación; y solo logro suspirar cuando logro encontrar un punto. Aparte, separo mis ideas de comas y comillas, es decir, que me come un hambre interior, he ahí la explicación de mi contextura delgada. Loco, loco, loco, enclenque ... ¿Qué estás escribiendo?. Te podría decir que escribo la verdad, pero la verdad es que traiciono a la mentira, pues no me basta con hacerlos creer algo, si no que debo serles más sincero.
Siempre tuve manos para el piano pero nunca tuve piano para los dedos, cometieron el error de entregarme cien hojas en blanco, sin cuadros ni márgenes rojos, un mundo totalmente libre, fuera de restricción alguna. Soy un tipo sin ley que cumple la ley de la naturaleza la cual es libre. ¿Sin Dios ni ley?. En ese caso mi Dios existe, dialoga con el tuyo, pero no se llevan bien del todo, ya que uno creó al ser según su apariencia y el otro dejó que yo me creara a la mía.
Llueve y llueve y no hay sol que seque este mar de tinta, no hay dique que frene este flujo de palabras, no hay aislante que inhiba mis gritos, no hay tal cosa, no existe. No intestes comprender, intenta escuchar este suspiro y si aún así no captas, pideme a 'gritos' que 'suspire' más fuerte.



1 comentario:

  1. me dejas sorprendida con todo lo que escribis :)
    bob :B quien mas que yo la chica anónima jajaja

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