Sí, pequeña mía; yo sé lo que tu necesitas y soy todo lo que necesitas, puedo prometerlo sin fallar, pues sabes que es cierto, pero ... no me des tanto, que mi corazón es muy pequeño y no habrá espacio para guardar tu amor.
Si tu me das a mi, yo te daré, yo sé lo que quieres, tu sabes que quieres. Realmente deseo desearte una noche, y que la luz de mi cuarto sea más importante que las mil estrellas que te han regalado aquellos pseudos amores.
No puedo expresar mejor las palabras, mejor es callar y mirarte para siempre, quiero morir en tu mirada sabiendo que estuviste cerca de mí antes de pensar que todo pasa algo y nada por tu cabeza.